La mundialmente conocida actriz Farrah Fawcett, quien alcanzara la fama al interpretar a uno de “Los Ángeles de Charlie” a fines de los años 70, supo en 2006 que padecía cáncer del tipo colon-rectal.
Su lucha contra la enfermedad fue muy complicada ya que el día que cumplió 60 años y tras una operación y quimioterapia, se dijo que estaba completamente curada, pero meses después se descubrió un nuevo pólipo maligno.
En 2008 se trasladó a Alemania a tratarse con células madres (hay un documental sobre esta etapa de su vida) y se le dio radioterapia interna, pero todo fue en vano y murió el 25 de junio de 2009 en el Hospital de Santa Mónica a los 62 años. Su fallecimiento pasó casi desapercibido para la prensa, pues ese mismo día murió Michael Jackson.
Su testamento
Farrah estuvo casada con Lee Majors (El hombre nuclear) y luego con Ryan O´Neill quien es padre de su único hijo y heredero universal de sus bienes. Ryan estaba separado de Farrah, pero en cuanto se enteró de su enfermedad corrió a su lado y le acompañó hasta el último momento.
Redmond O´Neill estaba en la cárcel en el momento de la muerte de su madre por posesión de drogas y salió con un permiso especial, para poder asistir a su sepelio.
Farrah dejó a su hijo un patrimonio de más de 3 millones de dólares, pero lo hizo de tal modo que no pueda acceder al grueso de la fortuna directamente, sino que percibe lo que le corresponde por mediación de un albacea testamentario. También legó una cantidad a su padre, a un sobrino y a un ex amante, pero O´Neill no figura en la lista de herederos.
Al hacer testamento, Farrah dejó instrucciones precisas para que se le pase a su hijo de 25 años, una asignación mensual y se le diera el dinero necesario para que se comprase una casa en cuanto saliera de la cárcel, luego de cumplir su pena.
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Foto gentileza de: people
