Cuando mi padre falleció tras sufrir una penosa enfermedad, nos enteramos que, en cuanto el supo de su mal, se había decidido a otorgar testamento y que en ese documento repartió sus bienes de acuerdo a los que le dictaba la ley.
Como era viudo y solo tenía dos hijos, mi hermano y yo dividió, todo su patrimonio en tres partes y nos dejó una a cada uno de nosotros y la otra a una organización a quien él tenía muchísimo respeto por su trabajo serio, arduo y dedicado al cuidado de la salud de los pobres por el mundo.
Al comunicarnos este hecho el notario, tanto mi hermano como yo quisimos renunciar a nuestra parte en favor de la misma organización, ya que muchas veces nuestro padre había manifestado su deseo de que dado que nosotros estamos en una posición económica desahogada gracias a nuestras profesiones, quería que todo lo que él tenía fuera para ellos.
El profesional nos explicó que es imposible hacer eso de renunciar a favor de otra persona u organización, por lo que decidimos aceptar la herencia, venderlo todo y donar cada cual la parte que le correspondía en nombre de nuestro padre.
Desde que solucionamos ese tema, cada vez que nos vemos con mi hermano (vivimos en pueblos distantes) nos damos un abrazo espacial en señal de fraternidad, porque mas allá de las diferencias que podamos tener, ambos fuimos categóricos en cuanto a cumplir la voluntad de papá.
Visite Testamenta y decídase a hacer testamento online, tal y como hizo nuestro padre.
Foto gentileza de: diariopopular
