El testamento entre cónyuges: por qué es recomendable

El testamento entre cónyuges es una alternativa interesante para asegurar la calidad de vida del viudo o viuda en caso de fallecimiento. Te explicaremos en qué consiste.

El testamento entre cónyuges: en qué consiste

Los cónyuges que hacen un testamento conjunto firman un documento individual en virtud del cual cada uno, en caso de fallecer, declara heredero al otro. Esta modalidad es de las más comunes y se utiliza con frecuencia en toda España.

Este tipo de documento se suele otorgar de forma simultánea, aunque no tiene por qué. La principal ventaja es que se pide la misma hora y día y se pueden minimizar trámites y trastornos. En un solo día, se pueden hacer todas las gestiones. Ni que decir tiene que internet facilita aún más estos pasos.

Tradicionalmente, el testamento mutuo ha sido un pacto no escrito que han cumplido la mayoría de los matrimonios. La idea principal es que el reparto de la mayoría de los bienes con los hijos se realice cuando mueran los dos padres. En consecuencia, esta fase de transición permite aportar estabilidad.

Conviene que recordemos que el testamento mutuo es más común en matrimonios casados por gananciales y en primeros matrimonios. No en vano, lo normal era que los dos cónyuges viviesen juntos toda la vida. En este tipo de contexto, el documento mutuo garantizaba que la otra parte no quedaba en precario.

¿Por qué es bueno testar entre cónyuges?

El testamento entre cónyuges es fundamental para dar garantías a una de las partes. En caso de que haya hijos o padres vivos del fallecido, estos son los herederos preferentes. El resultado es que, si hay fallecimiento sin testar, el viudo o viuda no tendría derecho al patrimonio.

Sí hay una excepción a este caso, que es la vivienda habitual del matrimonio. Si se da este supuesto, la persona que enviude tendrá derecho al usufructo vitalicio de la casa, pero no a la propiedad. Aun así, cabría preguntarse cuál va a ser el futuro de una persona sin pensión y sin derecho al patrimonio. A nadie se le escapa que, en determinadas situaciones, esto puede ser complejo.

En consecuencia, la principal función de este testamento es que, efectivamente, el viudo tenga derecho a una parte del patrimonio. Si es incluido o declarado heredero, entrará en el reparto con los hijos y padres. Esta es la principal razón por la que se testa bajo este formato. Aunque cada vez hay menos casos, se dan situaciones en las que, por falta de previsión, la viuda o viudo pasan por situaciones económicas complicadas que no merecen.

Ahora bien, hay otro motivo al que no se da tanta importancia y la tiene. Un testamento siempre clarifica los derechos de herencia. Si el documento está bien redactado, ahorrarás plazos de gestión de la sucesión y permitirás que tus herederos queden con la cantidad que les corresponda en menos tiempo. Esta cuestión se aplica también a los cónyuges.

¿Hay variaciones en función del territorio?

Fundamentalmente, no las hay. En la mayoría del territorio español el cónyuge solo tiene derecho a la herencia si no hay hijos o padres vivos. Por lo tanto, es fundamental que puedas tener esta parte debidamente solucionada para que no haya problemas a la larga.

Algunos territorios, como Catalunya, ofrecen un usufructo de un año para los viudos, pero no hay derecho a la herencia. Para que estos pudiesen heredar, tendrían que constar en el testamento porque no son herederos forzosos. En este territorio, las normas de herencia son bastante estables porque datan del siglo XIV.

De todas maneras, es bueno que preguntes porque has de recordar que el Derecho Civil autonómico tiene prioridad sobre el común. No es cuestión de tener problemas por falta de

¿Cómo puedo hacer un reparto justo?

El primer consejo que te damos es que veas cuál es el sistema de reparto matrimonial. En función de si hablamos de bienes gananciales o separación de bienes, las consideraciones cambiarán.

En el caso de los bienes gananciales, conviene que sepas que la mitad del patrimonio que consigue la sociedad matrimonial a partir de la fecha del enlace es del otro cónyuge. En consecuencia, si fallece alguien, la herencia solo computaría sobre esa mitad. Los problemas en este caso se van a minimizar.

Si hay un sistema de separación de bienes, es importante que sepas que, en caso de fallecimiento de un cónyuge, el otro no tiene ningún derecho sobre sus bienes. Por lo tanto, es imprescindible hacer testamento si deseas que la persona que quieres pueda disfrutarlos.

Finalmente, hemos de hacer referencia a la cuestión de los bienes privativos. Un bien privativo es aquel que un cónyuge ha recibido en herencia y, en este caso, no son transferibles a la otra persona, ni testando, si hay otros herederos forzosos preferentes. Por lo tanto, cuando vayas a testar ten en cuenta que esos bienes no entrarán en el reparto.

Sí es importante que te asesores porque uno de los problemas está en las posibles impugnaciones. Estas se pueden dar si no se respetan los límites prefijados mínimos para los herederos forzosos. Tener de mano a un abogado para que te ayude a redactar el documento y evitar ese problema es muy importante.

Conclusión

Los derechos de herencia en los matrimonios están sujetos al régimen previo establecido. Por otra parte, el testamento entre cónyuges puede contribuir a aliviar los desequilibrios que se generen. Hoy es importante contar con profesionales que te asesoren y faciliten el trabajo.

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