La muerte de David Bowie, el 10 de enero de 2016, fue sorpresiva para sus fanáticos, ya que ocurrió dos días después de su cumpleaños número 69, que a su vez coincidió con el lanzamiento del disco ‘Blackstar’.
Respetando su voluntad, su fortuna, estimada en 100 millones de dólares, fue dividida en dos partes iguales. Una de estas mitades fue heredada por su viuda Iman, mientras que el resto fue recibido por sus hijos y gente de su círculo íntimo.
Lo que decidió al hacer su testamento
Según el sitio Page Six, Bowie, en sus últimos meses de vida, se había contactado con los abogados William Zysblat de Nueva York y Patrick Grafton Green para que le paguen a su esposa el dinero correspondiente cuatro veces por año. En su testamento, el cantante también especificó que su esposa podría pedir una cantidad adicional para su “salud, educación y manutención”.
Del resto de la herencia, la mayor parte la recibirá Duncan, hijo de Bowie de 44 años, a quien le corresponderá 25 millones de dólares. Por otro lado, Lexi, de 15 años, que es hija del cantante y de la viuda, tendrá que esperar a cumplir 25 para poder usar libremente el dinero heredado y también le corresponderá una propiedad en Nueva York.
Por otro lado, Marion Skene, que fue niñera de Duncan, recibirá un millón de dólares. La amiga y asistente personal de David Bowie Corinne Schwab, obtendrá dos millones. A ella también le corresponden las acciones de una empresa llamada Opossum Inc. Schwab, según el testamento, también tiene la obligación de cuidar a Lexi hasta los 18 años en caso que su madre muriera antes.
Tal como hizo David Bowie, siempre es conveniente decidir quién debe recibir nuestros bienes. Nadie, ni siquiera las grandes estrellas, tiene la vida totalmente garantizada. Por esto, es recomendable redactar un testamento y así evitarle a los seres queridos trámites burocráticos para que puedan usufructuar nuestros bienes. Para hacerlo, contacta con Testamenta.
