La Duquesa Alba entrega al notario el testamento en 1973, frente a cinco testigos, el sobre solo podría ser abierto luego de su muerte. La Duquesa muere el 20 de noviembre de 2014, el sobre estaba allí y el notario ya está jubilado, pero antes había dejado encomendado a su sucesor, y el sobre quedó guardado en el juzgado.
Los hijos de la Duquesa quisieron tener acceso al mismo que les fue denegado. Los funcionarios del juzgado quisieron encontrar a los testigos, pero algunos han fallecido. Los que están vivos serán llamados por el juez para corroborar sus firmas.
El sobre contiene cinco hojas, está lacrado y nadie sabe el contenido del mismo. Al parecer ella redactó ese testamento y se lo entregó al notario luego de la muerte de su esposo, se dice que es un testamento con gran parte de la herencia para sus seis hijos, lo hizo aparte para que nada modifique e la millonaria herencia que dejó para ellos.
Recordemos que el testador puede decidir cómo dividir la herencia, a quien dejarla y en que porcentaje dividir sus bienes.
Los hijos en éste caso fueron la prioridad para la Duquesa.
Como sabemos no ocurre en todos los casos el mismo modo de pensar respecto a otorgar el testamento.
Está muy relacionado a la calidad de las relaciones entre los miembros de la familia, lo que espera cada madre para sus hijos y su desarrollo como personas. También es interesante distinguir los conceptos de cada padre respecto al valor que les inculcan sobre el dinero, como ganarlo y el esfuerzo personal que debe hacer cada uno para crecer como personas.
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Foto cortesía de: www.telecinco.es
