Margaret Dickson, tuvo una vida modesta, vivía sola en un diminuto apartamento situado en un barrio obrero de glasgow.
Toda su vida fue maestra, y en 1986 se jubiló y dedicó su tiempo a viajar por el mundo. En el momento de redactar su testamento nombró albacea a su prima, lo que sorprendió a todos fue encontrar un patrimonio de 1,3 millones de euros en acciones y depósitos y un piso de 87.000 euros. Su prima es la que quedó a cargo de los bienes cuenta que nadie sabía de la fortuna que tenía, además de tres cuentas bancarias. Piensa que su tío que era un inversor en la bolsa fue depositando los ahorros de Margaret en acciones y de esa manera hizo el patrimonio.
También agrega que Margaret dejó redactado en su testamento y perfectamente explicado que la herencia se dividía una parte para la familia y otra para fundaciones de caridad: Fundación contra el cáncer y para niños ciegos casi 300.000 euros a cada uno. Ambas están muy agradecidas en pensar en obras de caridad al redactar su testamento, porque ese legado va a ayudar a salvar muchas vidas.
También con el dinero otorgado por herencias se financian muchos proyectos de investigación de nuevas curas y nuevos medicamentos, es un aporte fundamental para la humanidad toda. Margaret es un ejemplo de vida ya que ella vivía de una manera modesta, sin lujos, y todo su legado lo otorgó para salvar a otras personas en lugar de para su propio beneficio.
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Foto cortesía de: gentiuno.com
