Existen algunos personajes que han impreso su indeleble huella en la historia de la humanidad; este es el caso de El Marqués de Sade, quién dejó una gran cantidad de escritos y hasta un neologismo que nos recuerda su paso por este mundo (sadismo).
Donatien Alphonse François de Sade, vivio los últimos años de su vida, recluido en un hospital siquiátrico en Charentón, donde fue internado con un diagnóstico de «demencia libertina». Lo acompañaba Constance, su amante, quien lo cuido de su obesidad mórbida y su ceguera.
No es de extrañar que en su testamento, redactado en dicho hospital en enero de 1806 le deje a quien él consideraba su mujer, la suma de 80.000 libras, por haberle cuidado tan amorosamente y porque «bajo el régimen del Terror me arrancó de la lámina revolucionaria que estaba, ciertamente, suspensa sobre mi cabeza».
También pidió en dicho testamento que todos los bienes que estuvieran en su dormitorio en el momento de su muerte, le fueran entregados a su querida Constance, excepto los documentos de su padre que eran para su hijo mayor.
Solicita además que sus hijos velen por el cumplimiento de éstas cláusulas, pues ellos mismos se han comprometido en varias ocasiones a pagarle por sus desvelos para con su progenitor.
Lo único que no respetaron fue en su última voluntad de yacer en un sitio anónimo de modo que su recuerdo y su nombre se borrara de la memoria de los hombres. Su tumba está en San Mauricio el cementerio de Charenton.
Visite nuestra web y verá como en Testamenta le ayudamos a realizar su testamento de forma práctica, rápida y económica.
