No importa ni la cuantía de nuestro patrimonio, ni la edad o el estado de salud, siempre es buen momento para dictar nuestro testamento y asegurarnos que nuestros deseos respecto a la distribución de nuestros bienes, quedan meridianamente claros.
Este es el caso de una famosa y bellísima actriz. Natalie Wood aparentemente lo tenía todo: fama, salud, dinero, estaba casada con Robert Wagner, tenía dos hijas y todo Hollywood envidiaba su matrimonio.
La realidad era otra, ya que estaba sumergida en el mundo de las drogas y el alcohol, con su marido vivía de pelea en reconciliación y profesionalmente buscaba un papel que la relanzara a la fama.
El 17 de abril de 1980, Natalie le dictó a su secretaria su testamento en presencia de un abogado y un notario, siguiendo los pasos de su esposo que lo había hecho poco antes. Ambos alegaron que era: «por si pasaba algo».
En el mismo, consta que le dejaba dinero y joyas a su madre y hermanas y la custodia de sus hijas era para Robert Wagner; Courney, hija de ambos y Natasha producto de su anterior matrimonio con Richard Gregson vivirán con él en la casa de Beverly Hills.
También le legó a su esposo todo el resto del dinero y posesiones, sus joyas, una gran colección de cuadros y a la hija que éste tuvo con Marion Marshall le legó 50.000 dólares.
A su ex Gregson, le pidió que si Natasha es feliz con su hermana Courtney, que por favor no las separa y que permitiera que tuvieran la vida feliz que ella soñó para ellas.
Algo más de un año después de hacer su testamento, Natalie Wood cayó por la borda de su yate ahogándose en las aguas del Pacífico, frente a la costa de Los Ángeles.
Si tiene dudas acerca de la redacción de su testamento consúltenos. En Testamenta con mucho gusto le asesoraremos.
Foto gentileza de: Natalie Wood
