Más allá de que existan herederos naturales o forzosos, todos deberían otorgar su testamento y dejar constancia de cuál es la forma que quieren que se divida su patrimonio, una vez fallecido.
Cuando una persona muere intestada, primero se buscan los parientes más cercanos, luego los lejanos y si se comprueba que el occiso no tiene familia, todas sus posesiones pasan a manos del Estado.
También existen algunas particularidades de corte netemente provincial: por ejemplo en Navarra los hermanos tiene prioridad sobre los padres, a la hora de heredar a una persona.
En el hospital Provincial de Zaragoza, existe una cláusula que le permite quedarse con las posesiones de una persona que fallezca en él de manera intestada y además y no tenga herederos.
En el caso de que quien herede sea el estado: la ley dice que un tercio de lo percibido debe ser para entidades municipales de beneficencia o acción social., otro tercio para entidades del mismo tipo pero provinciales y el otro tercio se usará para “cancelar deuda pública”.
Ejemplos de intestados
Antonio Puerta, jugador del Sevilla FC, falleció el 28 de agosto de 2008 a los 22 años. Jamás pensó en hacer testamento, pero su muerte ha enfrentado a sus padres y a su compañera sentimental y madre de su hijo póstumo, por el dinero que genera su imagen.
Otro caso es el de una vecina de Sevilla que falleció sin herederos. La Agencia Tributaria puso una denuncia cuando encontró que la cuenta corriente de la mujer había sido vaciada. Un vecino de la misma habría conseguido los datos bancarios de la occisa y sustrajo unos 23.000 euros, por lo que fue arrestado.
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Foto gentileza de: Antonio Puerta
