¿Cómo reclamar una herencia sin testamento?

Es relativamente común plantearse la cuestión de cómo reclamar una herencia sin testamento. Muchos de los descendientes o allegados al difunto se suelen plantear qué tienen que hacer para recibir la herencia de aquel que ha fallecido sin haber otorgado testamento a favor de ellos. La cuestión no es compleja, pero en ocasiones tampoco es sencilla, y reside fundamentalmente en lo que denominamos la declaración de herederos.

¿En qué consiste la declaración de herederos en relación a una herencia sin testamento?

La declaración de herederos es un procedimiento que se abre en el momento de la defunción de un pariente. Ha de ser tramitada por el notario pertinente. Anteriormente había que acudir al juzgado en caso de que el solicitante fuera otro distinto de descendientes, ascendientes o cónyuge. Pero, actualmente, debe acudirse siempre a la notaría para solicitar que se abra la declaración de herederos ab intestato.

Este procedimiento se abre siempre en defecto de testamento. Es decir, si existiera un documento en el que el testador instituyera herederos previamente a su fallecimiento, nunca se abriría la declaración de herederos como aquí vamos a explicar. A través de las actas de declaración de herederos el notario va a determinar, de acuerdo con la normativa aplicable al respecto, quiénes son los herederos del fallecido y en qué proporción. En otras palabras, a quién le corresponde heredar y cuánto. Pese a todo, se advierte que es más fácil, rápido y barato hacer testamento si aún se está a tiempo. Además, a través del mismo el testador podrá moderar también de manera más libre el caudal que recibirá cada heredero y en la proporción exacta.

Este acto se regirá siempre por las leyes notariales y por la normativa civil relativa a las sucesiones intestadas. Por ello, el orden sucesorio dispuesto por el CC para este tipo de supuestos cobrará especial importancia a la hora de fijar quiénes son los herederos legítimos. Estos son también conocidos como herederos forzosos. En términos generales, estos serán los parientes más cercanos al fallecido. Es decir, los descendientes, ascendientes y cónyuge, si es que este último existe. No obstante, también puede haber supuestos fuera de las categorías enumeradas, pero se dará en casos más excepcionales.

¿Quiénes pueden solicitar la declaración de herederos en una herencia sin testamento?

Como ya hemos dicho, en condiciones generales, suele tratarse de los hijos, los padres o el cónyuge en su caso. Pero el abanico es un poco más extenso. Se considera que también tendrían interés legítimo en abrir la declaración aquellos que tuvieran una relación de análoga afectividad a la conyugal. Por ejemplo, una pareja de hecho -aunque no se hubiera constituido oficialmente como tal-, así como los parientes colaterales, como los tíos o sobrinos.

Lo importante en este ámbito es poder probar que uno tiene interés legítimo. O, lo que es lo mismo, que le uniera un vínculo o una relación constatable a la que la ley le otorgue relevancia jurídica. Normalmente lo que se va a exigir es que haya algún tipo de afinidad entre la persona que la solicita y el fallecido. No obstante, la existencia o no del interés legítimo la tendrá que apreciar en cada caso el notario.

La actuación del que requiera su apertura deberá realizarse siempre personalmente o a través de un apoderado. Pero en este supuesto exige una declaración de certeza realizada por el poderdante con prioridad al acto en cuestión.

¿Qué debe acreditarse a la hora de reclamar una herencia sin testamento?

Existe una serie de datos que han de aportarse y probarse a la hora de realizar la declaración de herederos. Entre ellos, habrá de comprobarse los datos del causante y los de los herederos del mismo. Se requerirá comprobar la identidad, el domicilio, la nacionalidad y la vecindad civil de todos ellos.

Por otro lado, deberá aportarse también prueba de los documentos que identifiquen la relación de parentesco concreta que existe entre el causante y el interesado, sea del tipo que sea. ¿Es el caso de existir vínculos sanguíneos? Presentaremos el libro de familia o la partida de nacimiento, que prueben la relación de afinidad existente. En caso de que sea un cónyuge, el expediente matrimonial. Y en caso de que sea una relación análoga a la del matrimonio, habrá que probarse la existencia de una pareja de hecho entre ambos al momento de la muerte. Para ello, será fundamental la prueba de la convivencia continuada durante el tiempo que en cada supuesto determine la ley.

Así mismo, habrá que aportar el certificado de defunción para probar que realmente el causante ha fallecido en el momento en el que se abre la declaración de herederos, junto al certificado de últimas voluntades. Este determinará que no ha habido ningún testamento previo y que, por tanto, corresponde abrir la sucesión intestada.

Por último, se requerirá una declaración de certeza por parte del solicitante. También la presencia de, al menos, dos testigos que corroboren la veracidad de los hechos que se declaren ante el notario.

¿En qué modo afecta el orden sucesorio a la reclamación de una herencia sin testamento?

No todo el mundo tiene derecho a recibir la herencia de un difunto sin que haya dejado testamento. Los únicos herederos que podrán recibir un pedazo de la herencia serán los que determine la ley y en el orden que la misma disponga.

En primer lugar vendrán los descendientes. Por norma general serán los hijos del difunto y, en su defecto, los nietos del mismo. A ellos les corresponderá, siempre en primer lugar, dividiéndose la herencia a partes iguales entre todos ellos.

En segundo lugar vendrán los ascendientes. Es decir, los padres, si es que aún viven. Ellos recibirán la herencia siempre y cuando no haya descendientes de por medio, o los mismos hayan sido declarados indignos o hayan repudiado la herencia.

En tercer lugar, en defecto de los anteriores heredaría el cónyuge, o aquel con respecto al cual exista una relación análoga a la conyugal.

Por último estarán los colaterales; es decir, tíos, sobrinos, etc. A falta de ellos, pasaría a heredar el estado.