Por alguna extraña razón, muchas personas tienen la idea errónea de que una vez que se deciden a realizar testamento, es imposible cambiar de opinión. Pero lo que es peor es que muchos otros, pese a que saben que pueden cambiar sus disposiciones, temen que sus nuevas voluntades no sean acatadas por influencia de las que ya habían establecido antes.
La realidad del asunto
Para empezar, es necesario puntualizar que todos los cambios solicitados deben llevarse ante un notario de la misma manera en que otorgó el testamento original, de manera que son efectivos y legales en todos los ámbitos. Si cambiaste de parecer y entonces lo manifestaste de esta forma, no tienes nada de qué preocuparte, ya que las modificaciones sustituyen a las anteriores disposiciones y son legítimas y aplicables desde el momento en que se firman.
El auténtico problema
A menudo, la cuestión que más problema genera cuando una persona quiere hacer un cambio luego de realizar testamento, tiene más que ver con la mala costumbre de dejar el asunto al tiempo. Muchos legadores, pese a que saben que han cambiado de opinión, no lo manifiestan de manera legal. Si en esta situación, el legador muere repentinamente, entonces se ejecutarán las últimas disposiciones asentadas, que en dicho caso, son justo las que legador quería anular.
En Testamenta tendrás siempre con quien contar para que, si cambias de idea, tus nuevas disposiciones sean puestas al corriente cuanto antes.
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