Si has decido iniciar los trámites para otorgar tu patrimonio, seguro que te estarás preguntando ¿qué tengo que tener en cuenta en un testamento? El trámite es sencillo. Para cumplimentar este documento tienes que acudir a un notario, con el DNI, y explicar con detalle a quién y cómo vas a distribuir tus bienes.
Para hacer un testamento debes saber que existen varios tipos. Tendrás que elegir entre un testamento abierto notarial, uno cerrado y el ológrafo. Los dos primeros requieren la intervención de un notario, mientras que el último no es necesario.
Tipos de testamento
Tendrás, por tanto que decidir, qué tipo de te interesa más para hacer un testamento. El abierto notarial lo redacta el notario conforme a la voluntad del testador. El documento es firmado por ambos y queda en poder del notario.
El testamento cerrado notarial está redactado por el testador quien se lo entrega en un sobre cerrado al notario, sin que éste sepa el contenido del mismo. El notario extiende un acta y el documento puede quedar en poder del testador, una tercera persona o, incluso, el notario.
Si decides hacer un testamento ológrafo no necesitas la intervención del notario. Es un documento que elabora, firma y fecha el testador. Para que tenga validez, debe pasar por un Juez de primera instancia en los cinco años siguientes al fallecimiento del testador.
Las nuevas tecnologías facilitan este tipo de gestiones, ya que existen muchos despachos que ofrecen estos servicios de manera online, como es el caso de Testamenta, que hace posible elaborar tu testamento notarial de modo cómodo y eficaz.
