Es común que para evitar disputas y especulaciones, las personas que deciden otorgar testamento requieran mantener en secreto tanto su decisión en sí de realizar este trámite, como todos o la mayoría de las disposiciones establecidas inclusive ante sus propios herederos elegidos en pleno uso de sus facultades.
Un derecho imperecedero
Indíce
El hecho de otorgar testamento es un acto de previsión, pero antes que todo, es un acto voluntario e individual que no está sometido al conocimiento ni a ninguna otra acción de terceras personas. De manera pues, que no hay obligación ni razón para que las personas en torno a quien hereda, se enteren de lo dispuesto en este documento.
Dependiendo del caso, es posible que lo hagan las autoridades competentes como el notario público y los abogados y/o asesores legales, pero también si el deseo expreso del legador es mantener su decisión en estricto secreto, entonces el procedimiento ocurre de esa forma y las autoridades se limitan a realizar los movimientos legales necesarios.
La ley te garantiza la confidencialidad al momento de otorgar testamento
Nadie puede acercarse al Ministerio de Justicia y averiguar si hiciste o no testamento y a quien beneficiaste, inclusive cuando las autoridades y otras personas hayan atestiguado la realización del trámite (a menos que tengan derecho a reclamar una parte de la herencia). Pero mucho menos podrá alguien averiguar algo sin comprobar que el legador ha fallecido y, que entonces, es preciso ejecutar lo que dispuso como últimas voluntades.
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