El albacea es la figura que se encarga de realizar diversas acciones que garanticen que el reparto de los bienes de un legador y la ejecución de sus últimas voluntades se realicen conforme a sus deseos expresos.
El albacea, que se nombra al otorgar testamento, debe aceptar el cargo y las responsabilidades que este conlleva, así como también tener una noción clara del momento en que su cargo finalizará.
Los detalles de cargo del albacea
Por lo regular, un legador no dirá en su testamento que el albacea queda liberado de su cargo en un determinado de plazo de tiempo, si no más bien, al cabo de una ejecución de una serie de acciones, sin importar cuánto tiempo requieran. Es por eso que el albacea debe estar completamente de acuerdo en asumir las responsabilidades que le están siendo delegadas.
En general, el albacea queda libre de cargo una vez que cumple con todas las acciones solicitadas, las cuales entre otras, suelen ser la realización de un funeral bajo tales y cuales disposiciones, el resguardo de los bienes hasta el momento del reparto e inclusive en algunos casos, la ejecución de la partición.
También puede que se le soliciten asuntos personales que deberán cumplirse al pie la letra para finalizar con el cargo. Por lo regular, en estos casos, el cargo finaliza en cuanto el albacea hace entrega de lo que conoce como cuadernos particionales, que son los documentos en los que se formaliza que determinada parte de la herencia corresponde a a uno u otro beneficiado.
No hay nada de qué preocuparse
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