Durante el Holocausto Nazi se cometieron incontables barbaridades e innombrables aberraciones y atrocidades contra millones de personas. Los Nazis campaban a sus anchas y se apropiaban de todo aquello que podía tener algún valor. De este modo, los principales dirigentes del Tercer Reich hicieron ingentes fortunas que comprendían todo tipo de bienes –joyas, propiedades, obras de arte, dinero en metálico, lingotes de oro, etcétera- y que, en teoría, dejarían en herencia a sus descendientes.
El caso de Edda Göring
Al terminar la II Guerra Mundial, con la derrota de las tropas alemanas, muchas de esas fortunas fueron decomisadas por la justicia. Tenemos un caso paradigmático: el de Hermann Göring, mano derecha de Hitler y comandante supremo de la Luftwaffe durante la época Nazi. Este hombre fue juzgado y condenado a morir en la horca durante los Juicios de Nüremberg, aunque finalmente, se suicidó en su celda el 15 de octubre de 1946. Edda Göring, única hija de este genocida, lleva muchos años reclamando la herencia legítima que, según ella, le correspondería.
Sin embargo, no ha tenido mucho éxito hasta el momento. En 1954 le devolvieron algunas de las joyas que en su momento pertenecieran a su familia, aunque el grueso de los bienes, sobre todo obras de arte, le han sido denegadas en varias ocasiones. El último intento de recuperar parte de los bienes de su herencia ha venido en forma de petición de compensación económica por la expropiación que sufrió su padre durante los Juicios de Nüremberg.
En Testamenta somos expertos en la resolución de problemas con herencias y testamentos complicados. Acude a nosotros y no te arrepentirás.
Imagen cortesía de www.tumblr.com
