Desde hace ya algún tiempo, pongamos que algo más de tres años, se viene escuchando con bastante asiduidad el término herencia digital. Y muchos de vosotros os preguntaréis a qué se refiere la gente cuando utiliza esta expresión.
Qué es la herencia digital
La herencia digital es, en términos sencillos y coloquiales, el patrimonio personal que cada uno de nosotros posee en La Red y que deja huérfano al desaparecer tras la muerte. La diferencia que existe con los bienes clásicos es que éstos, los virtuales, no se encuentran en un lugar tangible físicamente, sino que están registrados en Internet y sólo su titular tiene acceso a ellos mediante una clave secreta y personal. Visto de este modo, no se trata realmente de algo nuevo, puesto que se podría decir que la herencia digital no es otra cosa que el legado patrimonial -virtual, eso sí- que puede ser perfectamente registrado al hacer testamento y legado a quien cada uno decida en sus últimas voluntades.
Lo único que hay que tener en cuenta es de qué modo se establece en el testamento esta peculiar herencia. Para que no haya problemas, lo aconsejable es hacer un registro exhaustivo de cada una de las cuentas, perfiles, registros y/o bienes que se poseen en Internet, con indicación de la clave secreta para el acceso a cada una de ellas, el destino que desea se les de y la persona designada para su administración.
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