Unos pocos días antes de que se cumpliera el tercer aniversario de la muerte del mítico torero Francisco Rivera, Paquirri, se cerró por fin el tema de la herencia entre las tres partes implicadas en el testamento. Se cumplía de este modo el deseo manifestado oficialmente por el diestro, al dejarlo así plasmado en su testamento, de que la herencia debía quedar repartida antes de que transcurrieran tres años tras su fallecimiento.
El conflicto entre las partes
Como de todos es sabido, las partes intervinientes en el conflicto eran la viuda y el hijo que éstos tuvieron; Cayetano y Francisco Rivera -hijos en común con Carmen Ordóñez-; y su padre y sus tres hermanos -Teresa, Antonio y José Rivera-.
En el reparto de la millonaria herencia a cada parte le tocó una finca: La Cantora para Isabel Pantoja y su hijo; El Robledo para su padre y hermanos; y Los Rosales para sus dos hijos mayores. El resto del patrimonio se repartió a razón de 45, 15 y 40%, respectivamente. Y con eso, aparentemente, todo quedó zanjado.
Aparentemente
Y cuando están a punto de cumplirse 31 años de esta trágica muerte, vuelve a retomarse la guerra por la herencia. Al parecer, según declaraciones de los hijos mayores y de Antonio, hermano del torero, muchos de los bienes que les correspondían en herencia, aún siguen en La Cantora, de Isabel Pantoja, quien, también al parecer, pretende venderlos para desahogar su economía.
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