1. Cuéntanos un poco sobre ti y cómo has llegado a UNICEF.
Lo primero de todo agradeceros enormemente la posibilidad de compartir unas líneas en vuestro espacio web.
Siempre digo que he tenido dos vidas profesionales. La primera, durante más de 12 años, al frente de mi propia empresa. La segunda, en el tercer sector, aplicando mi experiencia y mi formación en puestos relacionados con la captación de fondos. Soy psicólogo social y especialista en fundraising, así como fiel defensor de la sinergia entre ambas disciplinas.
En 2019 llegué a UNICEF para responsabilizarme del área de herencias y legados y donantes de alto valor. Os puedo decir que me siento verdaderamente afortunado defendiendo los derechos de los niños y niñas más vulnerables, mejorando e impulsando sus vidas. Creciendo juntos.
2. ¿Qué supone para UNICEF tener colaboración con Testamenta?, una relación que ya alcanza los 10 años. ¿Qué pensáis del testamento solidario?
La relación de UNICEF con Testamenta representa la posibilidad de ofrecer un servicio de calidad para todas aquellas personas que prefieren el entorno digital a la hora de formalizar trámites como el testamento.
En este caso, hablamos de testamento solidario, ya que lo interesante de nuestra colaboración consiste precisamente en presentar y ofrecer la posibilidad de incluir a UNICEF en el testamento, a través del asesoramiento y servicio que Testamenta presta a sus clientes.
El testamento solidario es una de las principales vías de obtención de recursos para UNICEF. Gracias a los ingresos de herencias y legados miles de niños y niñas ven cada día cómo sus vidas tienen un mejor presente y futuro. Con estos ingresos podemos hacer frente a emergencias y a necesidades inmediatas, sin tener que esperar que exista un proyecto específico para tal fin.
El testamento solidario es importante hoy y lo será cada vez más en la medida en que la sociedad lo vaya conociendo y valorando. El canal online que ofrece Testamenta es imprescindible para trasladar nuestra propuesta.
3. ¿Qué consecuencias ha tenido la pandemia de COVID-19 para la infancia? ¿Ha terminado ya lo peor?
Desde 2020, la pandemia de COVID-19 ha puesto patas arriba la vida de cada uno de nosotros, pero todavía no ha llegado a su fin. Los efectos de la pandemia a largo plazo siguen afectando en mayor medida a los niños, sobre todo a los más vulnerables, como por ejemplo los niños migrantes y desplazados. Algunos se han perdido un curso entero de enseñanza debido al cierre de las escuelas. Otros se han quedado sin vacunas que salvan vidas para enfermedades como el sarampión, ya que los recursos sanitarios se destinan a la pandemia. Recuperar todo lo perdido por los niños será una tarea descomunal que requiere que aceleremos urgentemente nuestros esfuerzos para que los niños alcancen rápidamente el punto en el que se encontrarían de no haberse producido la pandemia e incluso una posición mejor para compensar el tiempo perdido.
Además de causar estragos en los sistemas de salud y educativos de todo el mundo, la COVID-19 también ha provocado el primer aumento de la pobreza monetaria extrema desde 1998. Se calcula que, a consecuencia de esta, 150 millones de niños han caído en la pobreza multidimensional —sin acceso a los servicios esenciales—. Dado que tan solo una cuarta parte de los niños del mundo tiene acceso a protección social, la crisis económica está empujando a los más vulnerables al trabajo y el matrimonio infantiles. Y la situación podría empeorar mucho más si no actuamos ya. Resulta crucial que los más afectados por la crisis económica cuenten con apoyo en la recuperación, de forma que pueda protegerse a los niños de riesgos como el trabajo y el matrimonio infantiles, y pueda sacarse a las familias de la pobreza.
4. La pandemia de COVID-19, la guerra de Ucrania, la crisis alimentaria en Cuerno de África… Además de hacer frente a todo esto, ¿cuáles son las prioridades de UNICEF en los próximos años? ¿Es posible ver más allá de tantas emergencias?
Por supuesto que sí. Debemos tener claro que cada día puede amanecer con una nueva emergencia. Algunas son completamente inesperadas y otras se van forjando hasta que estallan. En UNICEF estamos preparados para hacer frente a estas situaciones. Pero también trabajamos con la vista puesta en el futuro, desarrollando estrategias de amplio alcance.
Por ejemplo, de cara a los próximos años trabajaremos para:
Fortalecer la atención primaria de salud y las intervenciones de salud de gran eficacia.
Acelerar el fin del VIH/sida.
Detectar de manera temprana y tratar la malnutrición.
Generar acceso a oportunidades de aprendizaje de calidad.
Proteger a la infancia contra la violencia, la explotación, el abuso y el abandono.
Promover la atención, la salud mental, el bienestar y la justicia psicosociales.
Proporcionar sistemas de agua, saneamiento e higiene y empoderar a las comunidades.
Afrontar el cambio climático, los riesgos de desastres y degradación ambiental.
Reducir la pobreza infantil.
Estas son solo algunas de las necesidades a las que tendremos que hacer frente de manera estratégica y para que las que será de vital importancia contar con el apoyo de nuestros donantes.
5. ¿Podrías explicarnos cómo se materializa el apoyo económico que recibe UNICEF de sus donantes? ¿En qué se convierten los fondos que recaudáis?
El trabajo que realizamos solo es posible gracias al apoyo de nuestros colaboradores. Están haciendo que este sea un mundo mejor, más justo. Y, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, os voy a compartir algunos datos que hablan por sí solos.
En 2021:
Vacunamos a casi la mitad de los niños y niñas menores de 5 años en todo el mundo, con especial foco en conseguir la erradicación de la polio.
Salvamos de la muerte por desnutrición aguda a 5,5 millones de niños y niñas.
Ayudamos a 49 millones de niños a acceder a la educación.
Respondimos a 483 crisis humanitarias en 153 países.
Suministramos más de 958 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 a 144 países y territorios.
Atendimos la salud mental de 8,4 millones de niños y adolescentes en 111 países.
Y, haciendo foco en España:
Trabajamos en la aprobación de la Ley de Protección de la infancia frente a la violencia.
Trabajamos con más de 1.000 escuelas en la promoción de los derechos de la infancia y la salud mental.
Elaboramos el mayor estudio hasta la fecha sobre el impacto de la tecnología en la infancia en nuestro país y a nivel europeo.
Colaboramos con la Policía Nacional para crear entornos escolares protectores.
Podría seguir enumerando logros, pero lo importante es entender que nada de esto sería posible sin el apoyo de personas que demuestran estar completamente comprometidas con la infancia.
6. Por último ¿Por qué alguien debería pensar en la posibilidad de incluir a UNICEF en tu testamento?
UNICEF es la agencia de las Naciones Unidas para la Infancia. Trabajamos para defender los derechos de los niños y niñas en todo el mundo. Cada día, sin descanso.
Hemos conseguido grandes hitos. Y los seguiremos consiguiendo, seguro. Pero esto significa que las vidas de miles de niños dependen de nuestra labor. Significa que cuando llegue la amenaza en forma de emergencia o conflicto tendremos que ser capaces de responder rápido y de manera efectiva. Tenemos que llegar donde nadie más llega. Llevar medicamentos, educación y nutrición donde sea necesario. Porque la infancia es la infancia, aquí y en lugar más remoto.
Incluir a UNICEF en el testamento significa que quieres que sigamos trabajando así. Que te preocupa igual que a nosotros que cada niño tenga una vida digna y justa. Que el día de mañana transformarás realidades y despertarás posibilidades.
Cualquier persona puede incluir a UNICEF en su testamento. No es cuestión de tener más o menos dinero. No dejas de respetar a tus legítimos herederos. No hay una edad concreta para hacerlo.
Existe la posibilidad de que las razones y el corazón se encuentren y cobren vida a través de una herencia o un legado. Si deseas que así sea, UNICEF lo cumplirá.
