Salvatore Ferragamo con tan solo 9 años diseñó los zapatos que su hermana usaría para su confirmación y en ese momento descubrió su verdadera vocación. A los 16 y luego de estudiar en Nápoles “Confección de calzado” se aventuró a irse a California donde uno de sus trece hermanos trabajaba en una fábrica de botas.
Más adelante se fue a Hollywood y si bien comenzó como remendón, rápidamente se hizo un nombre como “diseñador de calzado a medida” entre las divas del cine como Bette Davis o Greta Garbo; pero ante la realidad de que sus creaciones eran elegantes pero incómodas se dedicó a estudiar anatomía para perfeccionar sus modelos.
A partir de 1927, Ferragamo ya de vuelta en su tierra se dedicó a desarrollar los diversos modelos con los que logrará fama su marca: la “sandalia Rainbow” fue la que usó Judy Garland en “El mago de Oz”, con la “Sandalia invisible” ganó el premio Neiman Marcus y el Stiletto fue el zapato con once centímetros de tacón de Marilyn Monroe en “Los hombre las prefieren rubias”.
Al hacer testamento repartió las acciones de su empresa y sus bienes, entre su mujer Wanda y sus seis hijos. Falleció a los 62 años y Fiamma, la mayor de sus hijas fue la encargada de seguir con su tarea de diseño, ya que además de heredar parte de su fortuna también había heredado su talento creador.
Hoy en día la firma «Salvatore Ferragamo» es famosa en todo el mundo y es una de las marcas más prestigiosas de calzado masculino y femenino que existe, además de fabricar todo tipo de complementos. Su director es Salvatore Ferragamo, nieto.
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Foto gentileza de: 20thcenturydesigners.blogspot
