En la línea sucesoria primero están los hijos, al hacer el testamento son los primeros en los que piensas para otorgar tu patrimonio, si no hay testamento por ley son los herederos forzosos, es decir siempre son beneficiados.
Hacer el testamento en vida para los hijos es muy recomendable para especificar que bienes quieres dejar y de esa manera evitar muchos problemas legales.
Cuando un padre fallece sin dejar testamento, los hijos son los herederos legitimarios, es decir por ser hijos adquieren en exclusiva el patrimonio.
El cónyuge viudo tiene por ley un usufructo sobre la tercera parte de los bienes.
No los hereda pero puede utilizarlos en vida, son propiedad de los hijos, pero es el que se queda con los hijos, por eso le corresponde.
Los padres pueden tener la tranquilidad que aunque no exista testamento, por ley los hijos van a heredar sus bienes.
Los hijos deben realizar un trámite: la declaración de los herederos sin testamento.
Ese trámite se realiza ante un notario en un plazo de seis meses desde la muerte del progenitor.
Con ese trámite se valoran los bienes del fallecido y se adjudican los bienes a los herederos.
Cada hijo hereda en partes iguales, en caso de fincas, automóviles, campos, pueden llegar a un acuerdo en cuanto el valor de cada bien y compensar con dinero la diferencia.
El progenitor debe dejar dos terceras partes de los bienes para sus hijos y la tercera parte es libre, lo otorga a quien quiera.
Si tienes hijos pequeños es muy recomendable dejar testamento, evitarás muchos problemas a ellos y quedarás tranquila que todo está en orden y con los trámites legales correspondientes.
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