Marisa García-Tablado es la Directora General de la Fundación World Vision Internacional, una ONG que trabaja por los niños y las familias más pobres alrededor del planeta, presente en 98 países. En España, World Vision cumple más de 10 años dedicada a financiar proyectos fuera de nuestras fronteras, gracias a la captación de fondos de socios y padrinos para enviarlos a los países en donde la organización está invirtiendo en desarrollo humanitario y ayudar a las emergencias. Por ejemplo, en América Latina (Bolivia y Guatemala) y África (Zimbabue, Ghana o Mali). World Vision gestiona un programa en España para ayudar a las personas, principalmente niños y familias que están pasando por problemas de exclusión social.
De la mano de Marisa García-Tablado queremos profundizar en el trabajo de World Vision y en la importancia que tienen los legados solidarios para esta ONG.
1. Hace ya unos meses que decidisteis unir fuerzas con Testamenta para fomentar el legado solidario en favor de World Vision. ¿Por qué de este interés en colaborar con Testamenta?
-En World Vision no tenemos una persona responsable de los legados, lo gestionamos directamente desde el departamento de marketing como otra eventual fuente de financiación. Así que Testamenta nos da soporte en esta área que nos resulta fundamental.
Es fundamental porque en muchas ocasiones nos topamos con personas muy comprometidas socialmente, colaborando con ONGs y personas que desean dejar un legado a una entidad solvente y transparente, por lo que Testamenta supone una excelente vía para dar a conocer la opción de los legados solidarios.
Además, nos ayuda a difundir el mensaje de que se puede dejar un legado solidario sin perjudicar los derechos de los herederos. Cualquier persona que desee dejar un mundo mejor puede incluir a World Vision en su testamento sin perjudicar a ningún heredero.
2. Este campo de las herencias y legados solidarios, ¿es algo con lo que los socios y colaboradores de World Vision están familiarizados?
-Sí, desde hace más de un año estamos comunicando sobre esta opción gracias a la implantación de este programa con Testamenta. Nuestros donantes, padrinos y socios, conocen esta opción porque informamos a través de las redes sociales, las campañas de e-mail, y sobre todo, nuestras revistas periódicas que enviamos a nuestros socios. Por ejemplo, me viene a la cabeza un mensaje de la contraportada de una de nuestras últimas revistas que rezaba “deja una huella imborrable en la vida de miles de niños”.
El tema de las herencias y los legados solidarios es un trabajo a largo plazo, no es una campaña al uso, tiene su recorrido y el resultado se verá a largo plazo. No se trata de una vía de captación de fondos pensada en conseguir resultados de un día para otro.
3. ¿Crees que la financiación a través de los legados solidarios es una vía de futuro a explotar por parte de las ONG en general y World Vision en particular?
-Me parece que es una vía más porque las ONGs tienen que ser capaces de sustentarse con los ingresos que ellas son capaces de generar. No creo que haya ONGs que vivan de los legados solidarios, si bien es cierto que ayuda y mucho. Se trata de una vía más que ayuda a complementar el trabajo diario. Mucha gente deja legados grandes con mucho patrimonio y esto contribuye enormemente a los fines de la entidad que los recibe.
4. World Vision trabaja en ayuda humanitaria en multitud de situaciones de emergencia, pobreza, epidemias… ¿Cómo se decide dónde ayudar o en qué proyectos humanitarios involucrarse?
-En World Vision fundamentalmente hacemos dos cosas: desarrollo comunitario y atención en emergencias.
En cualquier desastre que se produce, World Vision tiene que estar allí en 24 horas. Trabajamos en emergencias activas. Es verdad que hay algunas que tienen más alcance que otras por la cantidad de personas afectadas. El tifón de Filipinas o el terremoto de Haití fueron verdaderas catástrofes naturales.
Debido a que estamos presentes en 98 países, para World Vision resulta factible llegar a zonas de emergencia en 24 horas con elementos de primera necesidad: tiendas de campaña, kits potabilizadores de agua, kits de higiene y limpieza, atención infantil, etc. Lo llevamos haciendo desde hace más de 65 años.
Por otro lado, está la cooperación al desarrollo. En países en vías de desarrollo se trata fundamentalmente del apadrinamiento de niños, que a su vez genera un desarrollo en la comunidad. No se trata de una labor asistencialista, es un desarrollo con el objetivo de la autosuficiencia. Es decir, cubrimos todas las áreas para que una comunidad llegue a ser autosostenible.
Los beneficios del apadrinamiento y los beneficios a los que un legado puede repercutir son, entre otros: ayuda a prevenir la mortalidad infantil; mejora la salud y el cuidado de los niños; consigue mejorar la alimentación y la nutrición en niños menores de 5 años (cada minuto mueren 13 niños en el mundo por causas fácilmente prevenibles); evita la mutilación genital de las niñas (una práctica que produce estigmas sociales, muertes y genera traumas infantiles); contribuye a la educación y la escolarización de los niños, que son el futuro de cualquier país, ya que van a ser capaces de ser dirigentes y sacar adelante esos países; preserva a los niños de ser utilizados como soldados raptados para ir a luchar (en Uganda, por ejemplo); evita el trabajo infantil, que tiene secuelas tremendas como la prostitución infantil; fomenta las infraestructuras, permite construir centros de salud, pozos de agua limpia para prevenir enfermedades…; facilita microcréditos a los jóvenes para darles una formación y que puedan iniciar un negocio y ser autosostenibles; etc.
5. Sóis una ONG que trabaja especialmente para ayudar a los niños de los países en desarrollo… ¿porque de esta decisión de orientarse a los niños?
-Los niños son efectivamente el foco de atención de todo el mundo. Son uno de los seres más vulnerables de la sociedad. ¿La razón de orientarse hacia los niños? Proviene de los inicios. World Vision empezó a través de un periodista que cubría la Guerra de Corea en 1950, que se encontró un día con una estampa de una señora con unos niños pequeños. La señora tenía un bol de arroz en sus manos y estaba compartiendo la comida con muchos niños. El periodista quiso tomar una fotografía y regresó a casa tocado por la situación y el mensaje. Después de mucho pensar, empezó a enviar cada mes 5 dólares para que la señora pudiera hacer un orfanato. Fue así como se instauró el primer apadrinamiento y ahí nació World Vision.
Los niños nos tocan el corazón y World Vision es la primera y más grande ONG en el mundo en apadrinamiento de niños. También es la primera en hacerlo a escala internacional, estamos en la ONU y en todos los organismos que tienen que ver con la cooperación al desarrollo.
6. En este sentido, ¿qué importancia tiene la implicación de las familias en la educación y en los proyectos?
-Es fundamental. Nosotros no solamente hacemos cosas tangibles (poner vacunas, construir escuelas…), estamos haciendo una labor tremenda y continua de preparación a las familias, de capacitación, no solamente a las familias, sino a los jefes de las tribus y a todas las personas relevantes de los poblados donde estamos trabajando.
Antes de empezar un programa a largo plazo que dura entre 15 y 17 años, World Vision se ha reunido en los dos años previos con todas las fuerzas vivas de esa comunidad, personas relevantes, jefes de tribus y las personas que son considerados los líderes. Con ellos hacemos un diseño de las necesidades y el programa que vamos a implantar. Tanto las familias como las personas relevantes tienen un papel absolutamente esencial. Muchas personas de la comunidad luego son los profesores de los niños. Nosotros capacitamos a esas personas en las escuelas y en toda la labor de estos intangibles. Por ejemplo, cuando se construye un pozo. Los pozos de World Vision son los que más años duran solamente porque estamos capacitando a las personas que allí viven para que hagan un correcto mantenimiento de esos pozos. Cuando pasan esos 15-17 años de proyecto, nosotros nos vamos de allí y la comunidad tiene que seguir sola. Eso es lo bonito de nuestro trabajo también, que no hacemos una mera labor asistencialista.
7. Uno de los ejes de vuestro trabajo es el apadrinamiento de niños. ¿Cómo funciona y cómo os ayuda para atraer donantes?
-Para empezar, hacemos el diseño y se empieza el programa, nos reunimos con todas las personas de la zona y explicamos lo que se va a hacer. Es difícil a veces que lo entiendan porque algunas personas se creen que les van a quitar a sus niños.
Lo que hacemos es registrar una serie de niños, los que las familias desean que sean apadrinados. El dinero conseguido no lo va a recibir una familia directamente, no va al niño en concreto, porque eso generaría desigualdades, dificultades para decidir quién gestiona ese dinero… Lo que proponemos es que ese dinero recaudado con el apadrinamiento vaya a una bolsa común que se gestiona con todo tipo de transparencia en el Proyecto de Desarrollo de Área (PDA), con criterios de consenso establecidos por todos los comités que allí se forman y los fondos se destinan con lo que se ha establecido en los diferentes programas.
Los niños se registran con la aprobación de sus familias y World Vision dispone de una base de datos con niños que ofrecemos a la gente para que apadrinen. Así, las personas que lo deseen pueden elegir el país, pueden escoger el niño y, a partir de ahí, se produce una conexión emocional muy bonita. Los niños no van al lugar del padrino en absoluto, sino que esa conexión se produce a través de recibir fotos, de cartas, de informes de progreso (un niño antes no iba al colegio y ahora sí que puede después del apadrinamiento, por ejemplo).
Los niños están en el programa de apadrinamiento hasta los 18 años prácticamente. Cuando se ha terminado el programa de apadrinamiento, se hace una evaluación para elaborar un informe.
Los resultados son fascinantes. Con 18 euros al mes, se está consiguiendo crear y sacar vidas adelante, que comunidades enteras salgan adelante. Eso tiene muchísima trascendencia. Si se desarrollan esos países, esa es la clave: darles oportunidades de desarrollo, de empleo, oportunidades de generar riqueza.
Es importante que la sociedad lo sepa: SÍ se consigue algo a través del apadrinamiento. Se consigue que niños no sean explotados con trabajo infantil, que crezcan y que crezcan sanos. Si se mueren siendo niños y no se les educa, entonces, ¿qué futuro hay? Nosotros ofrecemos soluciones globales y es nuestra responsabilidad ayudar a que todos los demás también la tengan. Este principio se encuentra en la ética humana, está en los derechos universales.
8. Imagino que un trabajo de esta índole no está exento de obstáculos, ¿cuáles son las mayores dificultades que os encontráis en World Vision?
-Fundamentalmente, en esta situación de crisis económica a nivel global y especialmente la que vive España, la captación de fondos para el desarrollo está siendo una complicación tremenda. Yo lo entiendo. Si una persona tiene una situación personal y familiar complicada, sin trabajo, con cargas familiares, es difícil emplear ese dinero en una ayuda a una ONG. Ese es el problema más grave.
Por otro lado, a esto se le une que nosotros no nos financiamos a través del Estado, alguna subvención sí, pero básicamente nuestros donantes son privados. La Agencia de Cooperación al Desarrollo ha rebajado sus presupuestos tremendamente, un 75% desde hace 3 años, y eso lógicamente afecta en las intervenciones a hacer.
Básicamente las dificultades son de índole económica. Las personas en España son solidarias, son solidarias antes emergencias, pero yo creo que a los españoles les cuesta, al margen de una crisis, les cuesta comprometerse con las ONGs de forma recurrente (que les pasen una cuota mensual, por ejemplo).
9. ¿Cómo se puede convencer a una persona que desea realizar un testamento que haga un legado solidario en favor de World Vision?
-Yo le diría: haz un legado solidario a World Vision y transforma la vida de un niño. Da una oportunidad de vida, que pueda vivir y que pueda tener una vida digna. El apadrinamiento es transformador.
10. Finalmente, ¿qué retos tenéis a corto plazo en materia de labor médica y humanitaria?
-Nosotros no podemos hacer nada sin los donantes, sin la contribución de los gobiernos, las empresas y las personas físicas. La sociedad tiene que ayudar a las entidades que estamos trabajando en favor de actividades donde no llegan los gobiernos. Ese es el reto más importante. Contar con que los donantes se comprometan a ayudarnos a llevar a cabo esta labor.
Por 0,40 céntimos al día estás dando la oportunidad de cambiar la vida de un niño. En World Vision Alemania cuentan con el ejemplo de un niño apadrinado que ahora es senador en Kenia. Si esto no es cambiar el mundo, ¿qué es? Esas oportunidades hay que dárselas.
Esto no es solamente hacer el bien por el bien, estamos contribuyendo a crear un mundo más justo, con menos desigualdades, dando oportunidad a los niños de tener un futuro y una vida más digna.
Desde Testamenta, agradecemos a Marisa García-Tablado por darnos la oportunidad de conocer por dentro World Vision, así como esperamos que esta entrevista ayude a potenciar el testamento solidario y permita contribuir a un mundo mejor.