Ocurre el hecho tras la muerte de la conocida Sara Montiel, donde aparecen muchas preguntas respecto a objetos valiosos que faltaron de su casa, y cómo termina el pleito que había iniciado con su ex administrador Francisco Fernández.
En el testamento que Sara redactó en el año 2008, fue nombrado como su albacea su administrador, era de su confianza y hacía muchos años trabajaba con ella. Un tiempo después ella lo demanda por apropiación de 300.000 euros.
El hombre no quiso hablar, dijo que estaba muy triste al enterarse de la muerte de Sara, a la que conocía desde hacía 30 años. Contó que cuando redactó su testamento los bienes fueron para sus hijos. También agregó que tenía más propiedades que estaban a nombre de terceras personas y sus hijos no estaban al tanto.
Él es la única persona que sabe de su patrimonio, de sus joyas, estuvo muy unido y por mucho tiempo, sabía todo de su vida. También agregó que es muy difícil el tema del testamento cuando una persona es tan famosa.
Muchas veces los familiares más cercanos no conocen todos los movimientos, al fallecer la persona comienzan los problemas, las incógnitas, los enojos por saber si otra persona fuera de la familia fue beneficiada. Además en estos momentos se sabe quien son los verdaderos amigos, agrega Francisco, ella tenía dos cuadros muy importantes que una amiga le guardaba, esas obras nunca aparecieron.
Es muy difícil darse cuenta cuando uno es famoso con que personas cuenta realmente, todos se acercan por algún interés o para sacar partido de alguna manera. Es fácil caer en mentiras, fraudes, robos, habiendo dado toda la confianza, como pasó en este lamentable caso.
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