El sistema jurídico en España, establece que los hijos deben recibir siempre en herencia un porcentaje de los bienes de sus padres. Un hijo es un legitimario, y la parte de los bienes que debe recibir se llama legítima.
Según las leyes, deben legarse en el testamento los dos tercios de los bienes a hijos o descendientes (lo que se denomina «la legítima«). Al menos la mitad de esa parte debe repartirse en partes iguales entre esos legitimarios, pudiendo distribuirse el otro tercio libremente. No obstante, esto no es así en todas las comunidades autónomas. En Galicia, por ejemplo, el 25% de la herencia debe dejárseles a los hijos, por partes iguales, mientras que en Navarra no existe obligación alguna de dejar un porcentaje a los hijos a la hora de otorgar testamento.
Es decir, que uno puede legarle a otras personas u organizaciones el remanente que queda de los bienes, una vez los legitimarios hayan recibido su parte. Hay que tener en cuenta para hacer testamento que también son legitimarios los cónyuges y los ascendientes.
Si el fallecido está casado, y tiene hijos, deberán dividirse los bienes gananciales entre el cónyuge y los hijos, en dos mitades iguales.
Cierto es que estos cálculos pueden parecer bastante complicados. Pero no hay necesidad de que te preocupes por ellos. Y es que Testamenta no sólo se ocupará de estos detalles, sino de todos los pasos necesarios para que su testamento refleje su voluntad, esté registrado ante Notario y se cumpla debidamente cuando sea necesario. Y todo esto de una forma rápida y económica.
