Un testamento es un documento por el cual la persona que lo lleva a cabo deja plasmada por escrito su voluntad con respecto a sus bienes una vez ha finado. Es algo común que, pasado un tiempo, esa persona desee anular lo dispuesto, y claro, sobre todo, si no está versada en esta cuestión, es muy posible que las dudas hagan su aparición acerca de cómo anular un testamento. Hoy vamos a hablar de esta cuestión en Testamenta.
¿Revocar o anular un testamento?
Indíce
Esta es una de las cuestiones que plantean serias dudas a las personas, pues es posible que no sepas bien cuál es la diferencia entre uno y otro acto.
Anular un testamento es quitarle la validez, es decir, que ese documento ya no se puede aplicar y que no hay otro que sea aplicable. Por otro lado, la revocación implica una modificación del testamento, lo que significa que el anterior deja de ser válido para que adquiera vigencia y validez el nuevo. Veamos todo esto un poco más en profundidad.
La revocación del testamento
En el caso de que quien hace testamento cambia de parecer y desea anularlo puede otorgar uno nuevo y anular el antiguo. Este derecho solo lo tiene el testador (quien hace testamento).
De esta forma, al fin y al cabo, la revocación implica anular un testamento anterior, y se puede llevar a cabo de manera tácita o expresa.
La revocación expresa se hace mediante el otorgamiento de un nuevo testamento, en cuyo caso en el nuevo documento se declara que el anterior deja de tener efectos (y que por lo tanto no es aplicable en ningún caso). Por otro lado, la revocación tácita tiene lugar cuando se otorga un nuevo documento testamentario, a pesar de que no se mencione en él, que presente incompatibilidad de algún tipo con el anterior.
Si se produce una revocación tácita afectará únicamente a algunos de los puntos que sean los que se modifiquen, con lo que esos serán anulados y sustituidos. También se podrá añadir cláusulas y disposiciones que no estaban en el anterior.
La nulidad del testamento
Ahora bien, también puedes anular un testamento directamente. Este acto es muy distinto a la que hemos hablado antes, la revocación. Anular un testamento es declarar que este es nulo basándonos en los puntos que se estipulan por ley. No lo solicita quien redacta su voluntad, sino que tiene lugar una vez esa persona haya fallecido para que dicho testamento no tenga ningún efecto.
Casos en los que un testamento se puede declarar nulo a petición de una parte
La ley determina que es posible anular un testamento en el caso de que haya prueba explícita de que el testador estaba incapacitado para llevarlo a cabo, por ejemplo, si era menor de edad. En esta misma línea, el artículo 663.2 del Código Civil determina que también se puede declarar nulo mediante prueba de que la persona no estaba facultada tras sufrir enfermedad que afectase a su uso de la razón. Para ello es fundamental aportar la documentación médica y valorar el estado mental en la fecha que se hizo el testamento.
También se podrá anular un testamento si el testador lo hizo contra su voluntad habiendo sido objeto de violencia, amenaza o lo ha hecho con el fin de cometer fraude.
Igualmente, un defecto que contravenga las exigencias legales para el mismo: un ejemplo puede ser el reparto del mismo o la legítima. Así mismo, si el documento no cumple con la forma que determina la ley, también será anulable. Y si se otorga a una persona sin identificar, se podrá anular de la misma forma.
¿Puede solicitar la nulidad cualquier persona?
No, solamente las personas que están habilitadas para ello. En este caso, pueden ejercer este derecho los albaceas y los herederos, que tienen un periodo máximo para ello de 15 años tras el fallecimiento de la persona que lo otorgó.
¿Cómo es el procedimiento para anular un testamento?
Hay varios supuestos que ya hemos mencionado anteriormente y que hay que considerar a este respecto. Si lo que quieres es anular un testamento porque aduces que el testador no tenía la capacidad de hacerlo, será fundamental demostrar esa afirmación. Por ello, necesitarás pruebas médicas y neurológicas, o el historial médico. La cuestión es que puedas demostrar que el testador sufría alguna enfermedad mental en el momento de otorgarlo que le imposibilitara para tomar esa decisión.
En el caso de que esos datos refrendaran tu motivación para solicitar la anulación, no habría problema con ella, pero si se demuestra que la persona podía testar, será complicado conseguir la misma.
En cualquiera de los casos, para solicitar la anulación de un testamento será necesario acudir a los tribunales, en el que se iniciará un proceso ordinario civil. Este proceso se encuentra regulado en los artículos 249.2 y 251 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La autoridad ante quien hay que acudir para anular un testamento
Deberás acudir al Juzgado de Primera Instancia del domicilio en el que el finado viviera antes de fallecer, según se estipula en la Ley de Enjuiciamiento Civil, más concretamente en su artículo 52.4.
Como ya hemos comentado en algún punto de este artículo, hay varios efectos que se pueden derivar de anular un testamento, dependiendo de si lo que pretendes es anularlo por completo o de manera parcial.
En el caso de que se anule de forma total, el testamento anterior volverá a ser válido. En el caso de que no exista un testamento anterior, lo que se hará es ejercer la sucesión tal y como regula el artículo 912.1 del Código Civil. Esto se lleva a cabo siempre y cuando el testamento anulado no pueda producir ningún efecto. Esto es lo que determina el artículo 715 de la misma Ley.
Cuando se produce la anulación parcial, solo deja de tener efectos las disposiciones y puntos anulados.
En Testamenta contamos con un equipo de profesionales especialistas en la materia que podrán ayudarte en todo lo que necesites, resolviendo de forma eficaz y clara cualquier pregunta o duda que puedas tener.
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