El hombre tenía 88 años y estaba en peligro inminente de muerte, decidió hacer el testamento y legar todos sus bienes a la dueña del residencial de ancianos donde vivía. El error fue que no justificó la ausencia de un notario que diera como válido el testamento, por lo que el juez lo invalidó.
El problema ocurre porque el hombre al ingresar al centro en Madrid había hecho un testamento a favor de sus hermanos, pero ellos fallecieron antes que él. El anciano sufre un infarto y decide hacer el testamento por peligro inminente de muerte, lo hizo delante de cinco testigos y firmado por todos.
El anciano muere seis días después dejando como heredera universal a la dueña del recinto.
El Supremo piensa que por la redacción y la vulnerabilidad en la que se encontraba el hombre pudo ser presionado, además de no contar con la presencia del notario, en estos casos es fundamental el testamento quedó invalidado.
Recordemos que para modificar un testamento se requieren ciertas formalidades como ser:
- El último testamento revoca al anterior.
- Se puede modificar todas las veces que quiera el testador.
- Ser mayor de 14 años y tener todas las facultades mentales.
Es primordial que se haga en forma de escritura pública ante un notario para cumplir con todas las formalidades legales y que el testamento se ajuste a todas las leyes para que no tenga problemas después.
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