Existe una parte del legado de una persona, llamada legítima, que no puede quitarse a un heredero forzoso (hijos, cónyuges o padres), a menos que existan circunstancias muy graves y especiales. Lo demás, se puede repartir como se quiera.
Celia de la Caridad Cruz Alfonso se lo dejó todo a su Pedro
La famosa Celia Cruz que falleció a los 77, el 16 de Julio del 2003, víctima de un cáncer, le dejó a su marido Pedro Knigth, en su testamento todas sus pertenencias, trofeos, propiedades, joyas, automóviles, etc.
Pedro conoció a Celia cuando era integrante de la Sonora Matancera, se casaron en 1962 y vivieron juntos 41 años. En cuanto se leyeron las últimas voluntades de la «reina de la salsa», comenzaron los problemas.
Celia dejó una gran cantidad de dinero en un fideicomiso con instrucciones de que a partir del producto de las inversiones, se le pagara a su marido un máximo de 5000 dólares mensuales de por vida.
Desde una esposa anterior a Celia que vive en Cuba, hasta de su propia hija, pasando por su cuñada, la hermana de la cantante, Pedro ha recibido hasta el momento varias demandas judiciales.
Además, los parientes de la salsera que quedaron en Cuba, se sintieron frustrados ante la exclusión de todos ellos de su testamento.
Para colmo de males, Luis Falcón a quien Celia nombró albacea testamentario, se dedicó sistemáticamente a dilapidar la fortuna del viudo, por lo que a principios de 2014 se lo conminó a presentar la documentación del fideicomiso ante la corte.
No habiendo hecho acto de presencia, se lo declaró en rebeldía y actualmente es buscado como prófugo de la justicia y al parecer el destino que le espera es la cárcel.
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Foto gentileza de: Celia Cruz
