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Revocación de un testamento

Revocación de un testamento

Incluso en el hipotético caso de que el testador deje establecido en sus últimas voluntades que uno de sus deseos es que su testamento se mantenga tal cual él lo ha redactado, existe la posibilidad de actuar en contra de ese deseo. Es decir, los testamentos son revocables.

Dos casos en los que es posible la revocación de un testamento

Nuestro Código Civil contempla una serie de casos en los que existe la posibilidad de revocar un testamento. Como ya sabemos por otros artículos publicados en esta misma sección, los testamentos cerrados pueden quedar en manos del notario, del propio testador o de cualquier otra persona que éste último decida.

Así las cosas, cuando nos encontremos ante un testamento cerrado, que al fallecimiento del testador se encuentre en poder de éste último y que además presente algún tipo de desperfecto, será necesario demostrar que tal manipulación no fue obra del finado, que no tuvo conocimiento y que tampoco solicitó, por propia voluntad, que tales hechos se llevaran a cabo. Una vez comprobados estos extremos, será necesario verificar que el documento que se encuentra en el interior del sobre es el testamento auténtico. Si cualquiera de estos requisitos no se cumpliera, el testamento podría ser revocado.

Si en el momento de hacer testamento cerrado, el finado decidió dejarlo en manos de otra persona, será necesario comprobar, tras el fallecimiento del testador, que el sobre, los sellos y su contenido se encuentran en perfecto estado. En caso contrario, el testamento podrá ser revocado.

Si quieres que tus últimas voluntades se cumplan según tus planes, ponte en manos de Testamenta.

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