Adolfo Hitler falleció el 30 de abril de 1945 al día siguiente de haberse casado con Eva Braun, la que era su amante desde que ella tenía apenas 18 años y era la ayudante del fotógrafo del Führer. En sus últimas horas decidió hacer testamento político y dejo instrucciones respecto a sus restos mortales.
Cuando murió, Hitler estaba empadronado en la ciudad de Munich y al no haberse encontrado ningún documento testamentario de sus bienes, es al ministerio de finanzas de esta ciudad a quien le corresponden por ejemplo, los derechos de “Mein Kampf”, su autobiografía, siempre que evite más publicaciones.
El estado de Baviera también ha recibido una importante colección de obras de arte y hasta un reloj de brillantes que lleva el nombre de Eva Braun y que según parece habría sido el regalo de Hitler para el cumpleaños número 27 de la que a la postre sería su mujer y que también falleció intestada.
Uno de los sobrinos de Eva, reclamó en su momento al Museo Bávaro que dicha pieza y varias otras que permanecen guardadas en el depósito de la pinacoteca, debían ser devueltas a los parientes de la malograda primera dama.
Tras la muerte del citado sobrino, sus familiares más cercanos declinaron seguir luchando por la posesión de las joyas o de los objetos de arte, que bien podrían ser fruto del robo a familias judías y que los Braun consideran un “tesoro maldito”.
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Foto gentileza de: spartacus-educational
