Mi nombre no importa, pero quiero que conozcáis mi historia porque quizá pueda ayudarle a alguien más el hecho de conocer lo que me ha pasado a mí, el dilema ante el que me vi y la feliz resolución que encontré.
Soy soltero y vivo con mi madre. Ambos nos tenemos únicamente el uno al otro, ya que no tengo hermanos y mi padre falleció hace varios años. Un día le planteé a mi mamá mi inquietud respecto a qué pasaría si me sucedia algo y no podía decidir por mí mismo y ella me contestó que obviamente primaría su voluntad.
Aclaro que ella profesa una religión que yo no comparto en absoluto y que se manifiesta en contra de la donación de sangre y órganos. Personalmente soy donador de ambas cosas desde que soy mayor de edad.
Durante un tiempo me dediqué a averiguar si había alguna posibilidad de nombrar a otra persona para que decidiera en mi nombre y de acuerdo a mis instrucciones qué debía hacerse si yo no puedo elegir por que esté imposibilitado física o mentalmente para ello.
En la web de Testamenta encontré la solución: hacer testamento vital y especificar exactamente qué es lo que sí quiero y lo que no quiero, si me encuentro en trance de morir; un amigo muy querido se ofreció a ser mi representante legal y hacer cumplir las cláusulas del documento a pesar de lo que opine mi madre.
Hoy soy un hombre feliz y tengo la tranquilidad de que si me sucede algo, consta por escrito y ante un notario cuáles son los pasos a seguir para hacer que mi ida de este mundo sea digna y lo menos angustiosa posible. Realizar testamento es necesario para todas las personas.
Foto gentileza de: taringa