Los herederos, al enfrentarse a la aceptación o no de un legado, deben tener en cuenta muchísimos factores, pues más allá de los temas puramente personales, hay una serie de ítems legales con los que se debe cumplir.
Por ejemplo: hay que abrir la sucesión ante un notario y pagar los derechos sucesorios a Hacienda, quienes comprueban minuciosamente el origen de los fondos que integran el monto a heredar, sea en dinero, bonos, propiedades, etc.
Un claro ejemplo
El dictador chileno Augusto Pinochet, tristemente célebre por haber gobernado a su país en forma tiránica durante muchos años, tenía una fortuna de algo más de 21 millones de dólares en el momento de su muerte, en 2006.
Si bien había un testamento, los herederos se negaron a abrirlo, esperando que transcurrieran al menos 5 años de su muerte, cuando se terminaron los plazos legales para que se iniciaran acciones referidas a los fondos que integraban su fortuna personal.
Dos motivos muy justificados
La primera razón por la que no se leyó el testamento de Pinochet de inmediato, es que el Gobierno Chileno dejó muy claro que sus intenciones eran quedarse con gran parte de dicho capital, a manera de indemnización, lo que a la famila no le hizo nunguna gracia.
La segunda razón es que no hay constancia del origen de más de 17 millones de esos 21, por lo que existe una demanda por fraude, cohecho y malversación de fondos que podría pesar sobre la herencia.
Finalmente en 2012, el testamento fue abierto, cuando el gobierno chileno solicitó la figura legal de «herencia yacente» lo que implicaba que la familia debía aceptar o rechazar el legado.
Destino incierto
Al parecer la fortuna del ex dictador se dividiría de la siguiente manera: 50% para su viuda Lucía Hiriart, 25% para sus hijos y el 25 % restante a dividir entre sus nietos y bisnietos. O sea que todo debía quedar estrictamente «en familia».
El gobierno congeló los movimientos de dinero de llos Pinochet, pero más adelante tuvo que levantar parte del embargo, para que se pudieran pagar los impuestos de las 23 casas que componen parte del legado, unos 2.3 millones de dólares. El litigio aun no se ha resuelto.
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Foto gentileza de:sudamericahoy
