Gary Coleman, famoso actor infantil que a los 12 años allá por la década de los 80 trabajó en la serie “Blanco y negro”, nació con una enfermedad renal congénita que le provocó una detención en su crecimiento.
A causa de este mal tuvo dos trasplantes de riñón y dependía de dializarse semanalmente, pero la causa de su deceso fue un golpe que se dio en la cabeza y le provocó una hemorragia intracraneal.
Desde hacía muchos años Gary, más conocido por sus fans como Arnold, estaba distanciado de sus padres con quienes tuvo graves diferencias a causa del manejo del dinero que había ganado como actor.
Sus progenitores presentaron un recurso legal intentando que se lo declarara incapaz para poder controlar su capital, pero perdieron la demanda y su hijo decidió hacer testamento y no dejarles nada en él.
Finalmente terminó por redactar testamento en 2 ocasiones: primero nombró albacea a su amigo Dion Mial y se lo dejó todo a una fundación y luego cedió su fortuna a una amiga llamada Anna Gray, ya que se había divorciado de su esposa Shannon Price dos años antes y, al parecer, en secreto.
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gentileza de: elcomercio
