Existen infinidad de ejemplos de personas que a la hora de hacer testamento han decidido marcar diferencias con el resto de los mortales. Dentro de ciertos límites legales, todo está permitido.
Uno de ellos es el caso de Gene Roddenberry, el creador de la famosísima serie televisiva Star Trek, quien falleció el 24 de octubre de 1991 a los 70 años de un ataque cardíaco en Santa Mónica, California.
Estaba tan fascinado por la ciencia ficción y la infinitud del universo, que al otorgar testamento pidió que su cuerpo fuera incinerado y que sus cenizas se dispersaran por el espacio.
Casi siete años después de su deceso, exactamente el 21 de Abril de 1997 a las 14:00 hora local, se produjo el lanzamiento del satélite español Minisat 01 desde Gando, una base aérea situada en la isla de Gran Canaria.
Además de cumplir con las funciones científicas para las que fue concebido, el Minisat 01 llevaba un contenedor con aproximadamente 1 kilogramos de cenizas pertenecientes a 24 personas que así lo habían dispuesto al hacer testamento, entre ellas Gene.
La NASA calculó que el contenedor estaría orbitando la Tierra entre un año y diez, hasta que al fin la gravedad lo atrajera y ardiera al penetrar en la atmósfera, como homenaje final a estos pioneros.
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