Huguette Marcelle Clark fue una riquísima mujer, que nació en París y falleció en Nueva York a los 104 años en 2011. La fortuna que tenía, provenía de su padre quien hizo muy buenos negocios con el cobre y los ferrocarriles.
Se casó muy joven y se divorció dos años después sin haber tenido hijos, yéndose a vivir con su madre a un piso de 44 habitaciones ubicado en la quinta Avenida de Nueva York. En 1963 la señora Clark se quedó completamente sola al morir su madre.
Los últimos 22 años de su vida los pasó en forma casi permanente en el hospital Beth Israel y se cuenta que era una persona muy desconfiada que hablaba en francés para que nadie más que su interlocutor le entendiera.
Testamento millonario
Al hacer testamento Huguette Clark dejó un millón de dólares al hospital que la recibió desde principios del decenio de 1990 y donde a la postre terminaría pasando los últimos días de su vida.
Al redactar su testamento dejó legados en efectivo a un pequeño grupo de personas: a su médico personal, su ex asistente, su abogado, su contador, los administradores de la propiedad y el resto del personal que la había ayudado en sus últimos años, por un total unos 2 millones de dólares, también se le otorgaran sendos legados a la Fundación Bellosguardo y a la Corcoran Gallery.
A su enfermera la Sra. Peri, le dejó su valiosísima colección de muñecas. Aleatoriamente asignada por una agencia alrededor de 1991 para que se ocupara del cuidado de una señora de edad avanzada, Hadassah Peri pasó más tiempo que nadie con la señora Clark en las últimas dos décadas y se ganó el título de «amiga leal y compañera».
Después del pago de los impuestos de bienes, lo que resta de la inmensa fortuna que representa aproximadamente el 75 % del activo se dividirá entre la Sra. Peri y la ahijada de la señora Clark, Wanda Styka, cuyo padre fue un artista largo tiempo asociado a la familia Clark.
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Foto gentileza de: unión-diamond
