El gran actor Philip Seymour Hoffman fallecido en febrero de 2014 a los 46 años de edad por sufrir adicción a las drogas, problema del cual no pudo salir, al haberlo intentado por mucho tiempo. Había expresado en el 2004 en cuanto a testamento e hijos, que su hijo Cooper, que ahora tiene 10 años, y sus hijas Tallulah y Willa, de 7 y 5 años respectivamente, no recibieran dinero , no quería niños que tuvieran la vida resuelta.
Sus hijos tenían que estar alejados del entorno de Hollywood, estudiar y desempeñarse en algo que hicieran por sí mismos.
La herencia del actor premiado con un Oscar por la película Capote, asciende a unos 35 millones de dólares que quedarían para su ex esposa Marianne O’Donell, informó el The New York Post.
Varias veces en vida rechazó la opción que le aconsejaban en hacer: testamento, porque siempre tuvo la idea de no dejar fondos patrimoniales para ellos. Sabiendo que la madre cuidaría de ellos si pasaba algo.
Tenía muy clara la idea de que los niños fueran independientes y pudieran ellos mismos buscar su camino, aunque fuera distinto al suyo, no les condicionara el hecho que el fue un actor reconocido.
Nunca se casó con Marianne , ninguno creía en el matrimonio, actualmente estaban separados porque habiendo hecho un tratamiento largo para superar el doloroso problema con las drogas, había vuelto a consumir, ella realmente no tenía fuerzas para seguir sosteniendo la situación.
Una pérdida muy sentida y dolorosa, queda un gran espacio vacío en el mundo del espectáculo y también como hombre y padre de familia.
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Fuente de foto: mexico.cnn.com/
